Ernesto Madrid

Canadá nunca ha estado ajeno a la disputa comercial iniciada por la disputa comercial iniciada por Estados Unidos por las restricciones impuestas por México a las importaciones de maíz genéticamente modificado, o maíz transgénico solo que ahora expreso su posición clara y contundente, “la decisión -de México- no tiene bases científicas.

“Canadá comparte la preocupación de Estados Unidos de que las medidas de México no están respaldadas científicamente y pueden perturbar innecesariamente el comercio en el mercado norteamericano”, declararon este viernes en un comunicado las ministras de Comercio, Mary Ng, y de Agricultura, Marie-Claude Bibeau.

E incluso confirmaron que Canadá participará como tercera parte en las consultas para la solución de diferencias y “seguirá trabajando con México y Estados Unidos para lograr un resultado que preserve la previsibilidad comercial y el acceso al mercado para nuestros agricultores y exportadores”.

Si bien es cierto que Canadá no es un gran exportador de maíz, Bloomberg había informado a principios de año que le preocupa en general que México imponga prohibiciones arbitrarias a la agricultura producida con biotecnología.

En realidad, Canadá es el principal productor y exportador mundial de canola, un cultivo modificado genéticamente que se utiliza en todo tipo de productos, desde frituras hasta aliños para ensaladas, y México es uno de los principales compradores, por eso le entra al debate, por si acaso mañana, les toca a ellos.

Quién en realidad a apoyado la postura del presidente Andrés Manuel López Obrador y minimizado los costos para Estados Unidos es la secretaria de Economía Raquel Buenrostro quién confío que las consultas se demostrarán que el decreto presidencial de eliminar gradualmente las importaciones de maíz trans transgénico no afecta comercialmente a nuestro principal socio comercial.

Por lo que demostrará que el uso exclusivo de maíz nativo para la masa y la tortilla no tiene afectación ni interés comercial para Estados Unidos, dado que México produce el doble de maíz blanco del que destina a la tortilla.