Ernesto Madrid

Liderado por el sector servicios que tiene que ver con la venta para satisfacer las necesidades de la población, que aumento 1.0% en el segundo trimestre, la producción industrial vinculada a la transformación de mercancías que creció 0.9% y el sector primario, que es el campo y que representa el 3% del PIB y que aumento 0.9% la economía de México creció 1% en el segundo trimestre del año.

De esta manera y de acuerdo con dato del Instituto Nacional de Geografía (INEGI) en su apartado de Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto el Producto Interno Bruto (PIB) México creció con fuerza en contraste con la desaceleración global.

Lo anterior pilló al mercado y a los propios analistas con la postura resiliente de la economía lo que atrapa tanto en el contexto de la desaceleración de Estados Unidos como de otras cifras de actividad recientes publicadas por el INEGI que apuntan en esa misma dirección.

Lo interesante del caso es que este salto se da en un escenario en que la nación vecina del norte, principal socio comercial y motor externo de la economía de nuestro país cae por segundo trimestre consecutivo en medio de los temores de una recesión en 0.9% de su PIB luego de una contracción de 1.6% en el primer semestre.

Y aún más interesante resulta porque la economía mexicana resistió a los choques externos de la guerra en Ucrania, los precios de materias primas altos, pero con visos de recuperación, el confinamiento en China y en lo interno, la desaceleración en el empleo y la restricción del gasto de las familias por la inflación.

En cifras sin ajuste estacional, el PIB creció 2.1% anual en el 2T22. La producción industrial y los servicios aumentaron 3.3% y 1.3% anual, mientras que el sector primario creció 1.5%. Con estos resultados, el PIB acumuló un aumento anual de 2.0% en el primer semestre de 2022, desde un crecimiento de 2.8% en la segunda mitad de 2021, lo que fue celebrado y presumido por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia mañanera al señalar que “vamos recuperándonos, vamos avanzando, es muy buena noticia”

Esta sorpresa en el crecimiento de la economía lleva a los especialistas a ajustar al alza la estimación de crecimiento del PIB para 2022 a 2.1%, por varias una que las cifras de actividad recientes publicadas por el INEGI era que la economía se desaceleró en mayo y junio.

El propio pronóstico del INEGI apuntaba a una disminución mensual de 0.4% en junio. Sin embargo, dadas las cifras de este viernes, estiman que el IGAE de junio creció alrededor de 0.2% mensual, desde las tasas de +1.1% y -0.2% mensual de abril y mayo, respectivamente, con un crecimiento mensual de la producción industrial de 0.0% y de 0.5% de los servicios.

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas ya que el resto de la información sugiere fuertemente que es poco probable que continúe este ritmo de crecimiento. En este contexto para los analistas se espera un crecimiento más lento en el segundo semestre de 2022, debido a los efectos en las economías local y global de la elevada inflación, mayores tasas de interés y las interrupciones persistentes en cadenas de suministro global aun cuando estas últimas han mejorado.

Además de la advertencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) de que la economía de nuestro país caerá en el 2023 desde 2.5% que podría registrar al concluir este año y caer a 1.2%.