AMLO comete un grave error político al confrontarse abierta y directamente con Xóchitl Gálvez, pues eso lo convierte en su principal promotor, su jefe de campaña pues, tal como en su momento lo hizo Vicente Fox con el hoy presidente. El resultado todos lo conocemos.

López Obrador debería dejar que la aspirante a la candidatura presidencial aliancista se confronte con sus pares de Morena y no rebajarse a debatir con quien no es su igual ni está a su nivel, políticamente hablando.

Gálvez es habilidosa, marrullera. Que AMLO no deje de criticarla, le puso en bandeja de plata a la senadora dizque ciudadana, la posibilidad de acusarlo ante el INE de intromisión en asuntos electorales, tal y como López Obrador le reclamó a Fox en su momento con el inolvidable “¡cállate chachalaca!”.

El órgano electoral no tuvo otra que reconocer la evidente intromisión, aunque la simulación en marcha tanto del Frente Amplio por México como de Morena disfraza con la búsqueda de cargos partidistas la de candidaturas presidenciales, que para no violar la ley. Por eso ordenó al presidente no quebrantar los principios de neutralidad y equidad.

AMLO respondió el viernes pasado que pretenden silenciarlo y dio a conocer información de los millonarios contratos obtenidos por dos empresas de Xóchitl, sugiriendo tráfico de influencias y abuso de autoridad.

Al hacer pública información sobre probables delitos, el presidente podría haber incurrido en otros probables delitos: violación del secreto fiscal y abuso de poder, por lo que Gálvez ya anunció que lo demandará legalmente.

La información consigna que entre 2015 y 2023, las empresas “High Tech Services” y “Operación y Mantenimiento a Edificios Inteligentes” (OMEI), propiedad de Xóchitl, recibieron contratos por poco más de mil cuatrocientos setenta y dos millones pesos. De ese total, mil cuatrocientos dos millones de pesos son con el sector privado y 70.3 millones con el público.

Entre 2015 y 2018, cuando Xóchitl fue jefa delegacional en Miguel Hidalgo los montos en contratos gubernamentales fueron en aumento año con año: 4.4 millones de pesos (2015), 5.2 millones (2016), 9.8 millones (2017) y 19.2 millones (2018). Para 2019, ya senadora, fueron disminuyendo: 18.1 millones en ese año, 4.1 millones (2020), 4.6 millones (2021), 3.5 millones (2022) y 725 mil pesos en lo que va de 2023.

Los contratos con el sector privado también tuvieron su mejor momento con Xóchitl jefa delegacional: 36.5 millones en 2015, 171 millones en 2016, 241 millones en 2017 y 149.3 millones en 2018. Ya senadora, los montos bajaron: 99.5 millones en 2019, 124.3 millones en 2020, 84.9 millones en 2021, 40.2 millones en 2022 y 24.6 millones en 2023.

El análisis de la información devela otros datos interesantes.

Por ejemplo: las instituciones del sector público que más contratos dieron a las empresas de Xóchitl son el INAI (ocho por un monto de 22 millones de pesos), el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (nueve por 16.9 millones) e “Instalaciones Inmobiliarias para Industrias (I.I.I. Servicios) empresa filial de Pemex (siete por 14.8 millones. Otras, con menos contratos, pero de los jugosos, son la SEDENA (con uno de 15.7 millones de pesos), Pemex Desarrollo e Investigación de Proyectos, Pemex Transformación Industrial y BANOBRAS.

Entre las empresas privadas hay cuantiosos contratos como el suscrito con Intercam Banco S.A. por 204.8 millones de pesos, Daiking Airconditioning México por 103.8 millones, GFM Desarrolladores por 69.5 millones, Banca Mifel por 57.7 millones y K3 Desarrolladores por 56.6 millones.

Aunque la información está concentrada en un listado sin sello oficial alguno, se infiere que fue recopilada por las dos únicas instancias que la tienen: el SAT, que dirige Antonio Martínez Dagnino, amigo muy cercano de Andrés Manuel López Beltrán, hijo del presidente y cuya administradora general de Auditoría Fiscal Federal es Rosalinda López Hernández, hermana del exsecretario de Gobernación y ahora aspirante a la candidatura presidencial de Morena; y la Unidad de Inteligencia Financiera que encabeza Pablo Gómez, relevante personaje en el diseño de las iniciativas legislativas de la 4T.

Como no se trata de información pública, su difusión implica violaciones al secreto fiscal y abuso de poder al utilizarla contra un adversario político, delitos en los que podría haber incurrido López Obrador.

Xóchitl, por su parte, deberá probar que los nada desdeñables ingresos de sus empresas no fueron producto del tráfico de influencias. Ya retó a AMLO: si se lo prueba, renunciará a sus aspiraciones, pero si no, él deberá renunciar a la presidencia. López Obrador no le entrará pues no hay comparación entre lo que una o el otro pudieran perder, pero el presidente quedará como sacón ¡Qué manera de caer en el garlito!

Instantáneas:

  1. UNA DE CAÍN Y ABEL. De cara a las elecciones de gobernador en Morelos, una de las nueve que se llevarán a cabo el año próximo, el mandatario saliente, Cuauhtémoc Blanco parece haber terminado su relación de confianza con su medio hermano Ulises Bravo. Resulta que a éste lo sorprendieron pactando con opositores del exfutbolista, específicamente con Agustín Alonso. Cómo estará la cosa que el gobernador Blanco ha dejado saber que está dispuesto a hacer alianza con su otrora enemigo político Rabindranath Salazar para proteger su salida del Palacio de Gobierno. En Cuernavaca se dice que, como Caín y Abel, los hermanos sucumbieron ante la ambición y la traición. La grilla electoral, pues.
  2. SE LES CAYÓ EL SISTEMA. El pasado jueves 13 de julio la plataforma para recabar firmas del Frente Amplio por México (FAM) lanzada el día anterior, presentó fallas y quedó inhabilitada por más de doce horas. Esto retrasó el registro de las personas que quisieron dar su apoyo a alguno de los doce aspirantes a la candidatura presidencial de la oposición aliancista y obligó a extender tres días más el plazo de ese proceso. El plazo para el cumplimiento de tal requisito vencía originalmente el próximo 5 de agosto. Ahora se ampliará hasta el 8 de agosto. Ojalá que la caída del sistema sea realmente por saturación de demanda de la plataforma, como oficialmente lo informó el comité organizador de este proceso.
  3. GUERRA DEMOSCÓPICA. El viernes pasado fue el segundo consecutivo que registró una caída notoria en la popularidad de AMLO, un punto menos cada uno de ellos, según el tracking poll de Consulta Mitofsky. El 7 de julio bajó a 61% desde el 6.8% anterior y el 14 de julio cayó 60%. De acuerdo con Roy Campos, director de la encuestadora, esto se debió a que la actividad política opositora le robó reflectores a López Obrador y le impidió marcar agenda, todo esto en medio de una ola de eventos de inseguridad y violencia que le atizaron con una percepción negativa. Mientras tanto, la medición preferencias electorales entre las “corcholatas” de Morena parece haber entrado en una fase de guerra. Mitofsky mantiene a Sheinbaum a la cabeza (31.5%) seguida por Ebrard (23.8%) y Adán Augusto (18.3%). Tómelo con la reserva del caso, pero hay encuestas con otros datos. La de Massive Caller coloca a Ebrard en el primer sitio (35.2%), seguido de Sheinbaum (31.5%) y de Adán Augusto (20.3%). Y la de la consultoría GANA que da la ventaja al exsecretario de Gobernación (37.1%), seguido por Sheinbaum (32.3%) y Ebrard (18.8%). La encuestadora RUBRUM, por otra parte, midió esta semana las preferencias de los aspirantes del Frente Amplio por México y colocó a Xóchitl Gálvez con 40.2%, seguida por Santiago Creel con 17% y Enrique de Madrid con 14.7%. Entre tanto, CE Research confronta eventuales candidaturas de Morena, la oposición aliancista y Movimiento Ciudadano. Sheinbaum (44%) le gana a Xóchitl (35%) y a Claudia Ruiz Massieu (7%); Xóchitl (37%) le gana a Ebrard (35%) y a Enrique Alfaro (12%); Xóchitl (40%) le gana a Adán Augusto (30%) y a Ruiz Massieu (8%); Sheinbaum (37%) le gana a Xóchitl (31%) y a Ebrard (19%); y Sheinbaum (44%) le gana a Xóchitl (36%) y a Alfaro (7%). (rrodriguezangular@hotmail.com, @RaulRodriguezC , raulrodriguezcortes.com.mx)