Ernesto Madrid

Lo interesante del caso es que al presidente Andrés Manuel López Obrador ya le dio tres veces y en esta última ocasión dijo que para que no se contagien de Covid es importante “no mentir, no robar, no traicionar, eso ayuda mucho para que no dé el coronavirus”, pero, además, está cansado y tiene fiebre, confirmó el titular de salud Jorge Alcocer.

Coincidió con el secretario de Gobernación Adán Augusto de que ni tuvo un desvanecimiento ni tampoco un infarto, porque “son voces que nutren la desinformación, como dice el libro más leído en la historia de la humanidad: esos son los que tiene podrida el alma”.

En este contexto, Alcocer añadió que se trata de “una inflamación de las vías respiratorias altas, del tracto respiratorio (nariz y la garganta)”, pero que la tensión arterial del presidente López Obrador está controlada “hacia la baja” y “el estado de salud del señor presidente es bueno, la infección por el virus SARS-CoV-2 se confirmó (…) el cuadro clínico de las afecciones actuales es leve”, dijo el secretario de Salud.

El por qué no dijeron o dicen simplemente la verdad Adán Augusto destacó que “No hay nada que ocultar, hemos dicho desde el primer momento cuál es la situación y que el Presidente se está recuperando”, mencionó su “bateador emergente”.

Además, dejo en claro que no se está atendiendo en un hospital militar dejando la percepción de que es como cualquier mortal, pero entre lo contradictorio del caso está ese presunto infarto que nadie ha confirmado y que es el resultado del tuit con el que desmintió a su vocero Jesús Ramírez quien estaba de gira en Tamaulipas con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

“Ni modo, amigas y amigos: salí positivo de covid-19. No es grave. Mi corazón está al 100 y como tuve que suspender la gira, estoy en la Ciudad de México y de lejitos festejo los 16 años de Jesús Ernesto. Me guardaré unos días…” y que seguiría en la gira, sin saber, Jesús Ramírez lo que en realidad sucedía y por qué el López Obrador tenía que sacar lo de su corazón.

Quizás con esta postura, se ganen un espacio en “Quién es quién en las mentiras” digo, como un ejercicio de autocrítica, siendo su vocero, quién más ha mentido a lo largo de la presente administración y siendo el presidente, que más contradicciones tiene en su narrativa mañanera.