Ernesto Madrid

Entre las contradicciones del presidente Andrés Manuel López Obrador sale a relucir sus acusaciones en contra de que hace una semana los ‘conservadores’ echaron a andar una campaña en su contra, “muy perversa, muy inhumana, muy autoritaria, fascista, de mucha maldad” en el sentido de que si algo le pasa a una aspirante presidencial, será su culpa, pero en el fondo, todo parte de la narrativa de sus palabras y su embestida junto con su aparato de gobierno en la que hace un llamado al ‘pueblo bueno’ para acabarla.
Se trata de solo una advertencia de quienes analizan y ven la realidad con un enfoque objetivo, en donde se puede advertir toda la propaganda masiva que ha realizado el gobierno federal, violando al Código Fiscal, y abusar de autoridad al pedir información al SAT, donde formalmente no tiene acceso y la suma del diputado de Morena Manuel Alejandro Robles con su denuncia en la Fiscalía General y la Unidad de Inteligencia Financiera y días después la de Víctor Hugo Romo, que la sucedió como alcalde en Miguel Hidalgo y la denunció en la Fiscalía General de la Ciudad de México siente años después porque dice que ya salieron las evidencia.

Todo eso, combinado con el clima de violencia que prevalece en el país consecuentado desde el poder ejecutivo es una apología vehemente y un llamado a “el pueblo bueno”, que ya se manifestó este lunes cuando agredieron a Xóchotl Gálvez en Oaxaca cuando realizaba compras de artesanía y que incluye en su base social a los cárteles de la droga, que por alguna razón lo han respetado desde la campaña presidencial, para que suceda un ‘accidente’ circunstancial como paso en el caso Colosio.

Pero ahora López Obrador señala que no es él ni sus palabras que son varios periodistas y medios “vinculados a Salinas de Gortari” y que se busca desestabilizar su proyecto ‘pacífico’ fincado en abrazos no balazos, los que acaba de echar a andar una campaña “muy irresponsable, perversa, de malas entrañas y riesgosísima, -y-están difundiendo que si le pasa algo a un periodista, a un aspirante a la presidencia va a ser culpa mía, pero esto lo está diciendo (Joaquín) López-Dóriga, la señora (Beatriz) Pagés, (Héctor) Aguilar Camín, (Raymundo) Riva Palacio, toda esta gente de los medios de manipulación vinculados a Salinas de Gortari”.

Dicho de otra forma, está justificando a sus simpatizantes ‘espontáneos’ que son en realidad los que encabezan la arremetida contra la opositora, miembros de su círculo político e ideológico más íntimo o también los que lo asesoran y ayudan en la estrategia y toma de decisiones, sus propagandistas, los y las columnistas a sueldo del vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas –aunque la nómina no está en Palacio Nacional–, y los cuadros políticos que mandan dentro de la estructura de Morena.

El peligro persiste, pero la justificación ya salió de Palacio Nacional, ¿qué pasará con la embestida que amenaza a su proyecto y quizás a su abanderada presidencial que no levanta, Claudia Sheinbaum?