Ernesto Madrid

El periódico El País reveló este lunes que tuvo acceso al tercer peritaje de la línea 12 de metro, que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha rechazado y que va en cuatro errores de las autoridades: fallas en las inspecciones, falta de mantenimiento, diseño y construcción.

Lo anterior de acuerdo con el último informe de la empresa noruega Det Norske Veritas (DNV), que ahora la titular del gobierno de la CDMX considera tendencioso y con un claro sesgo político, por lo que anunció una demanda civil contra la consultora noruega.

La realidad es que dejó 26 muertos y cientos de heridos, la noche del 3 de mayo de 2021 y esto no se puede olvidar con una demanda o un desconocimiento de las autoridades capitalinas, que se niegan a aceptar la realidad.

“El tercer y último informe de Det Norske Veritas (DNV) sobre el desplome de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de de México señala por primera vez fallas en las inspecciones y el mantenimiento como causas concurrentes en la tragedia y que llevaron a que la infraestructura siguiera funcionando cuando no estaba apta”, reportó el diario español.

Lo más delicado del caso es que DNV, que tiene más de 155 años de haber sido fundada y trabaja en más de 100 países, asegura que de haberse atendido todos estos factores se “habría evitado el colapso del tramo elevado”, porque se suman también los “problemas de diseño y construcción así como la supervisión.

“El documento -de carácter no definitivo pero coincidente en lo esencial con las posteriores versiones, según las citadas fuentes- fue marcado como confidencial por DNV y consiste en el análisis de las ‘causas de raíz’ que llevaron a que la estructura ferroviaria perdiera estabilidad y se viniera abajo”, de acuerdo a la información de El País.

Lo interesante del caso es que el informe final de DNV también involucra a las administraciones de Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera, que junto con el actual que preside Sheinbaum, son corresponsables.

“El contenido analiza hechos que abarcan a las tres Administraciones que estuvieron a cargo de la línea: la de Marcelo Ebrard (2006-2012), que la construyó; la de Miguel Ángel Mancera (2012-2018), bajo la cual atravesó una suspensión de un año y medio entre 2014 y 2015; y la actual, de Claudia Sheinbaum, que arrancó en 2018 y concluirá en 2024″, explica El País.

De acuerdo con el reportaje del diario español el informe de DNV señala cuatro “barreras” o factores que pudieron haber prevenido las causas inmediatas del desplome en la estación Olivos de la Línea 12, y haber hecho que no tuviera consecuencias tan graves.

“Según explica el documento, pueden ser características del diseño, controles administrativos o falta de inspecciones preventivas. La primera barrera que falló, de acuerdo con DNV, fue el diseño, que no se ceñía a lo que estipulan las especificaciones estadounidenses para la construcción de puentes, un estándar de referencia en el mundo”.

La segunda barrera que faltó fue la certificación de la obra por parte de un ente independiente, además de una deficiente supervisión de la construcción,. La tercera barrera que falló, según el informe, fue la instalación adecuada de los pernos que “comprometió la integridad de esta estructura”.

La cuarta y última barrera fallida fue la falta de mantenimiento e inspecciones sobre la Línea dorada, según el informe de DNV reportado por El País.

Lo cierto es que en el fondo la presión del pago que reclamó la empresa por un monto de 20 millones de pesos, alteró la posición del gobierno capitalino que explotó en la demanda que anunció la jefa de gobierno.

Pero detrás de la tragedia también se pudiera mencionar al propio Presidente ya que con su política de austeridad podría encontrarse la razón principal por la falta de mantenimiento.

Aunado a esto, durante el año previo a la tragedia, el Metro no tuvo titular en la Subdirección General de Mantenimiento. Si no había dinero para mantenimiento es porque no había presupuesto, y la falta de recursos recaía en Sheinbaum y López Obrador.

Pero en fin, el hilo se va rompiendo por lo más delgado.