Ernesto Madrid

Al justificar el cerco de valla metálicas alrededor, no sólo de Palacio Nacional, sino de otras dependencias como la Secretaría del Bienestar, Andrés Manuel López Obrador dijo que “la derecha es muy violenta y autoritaria capaz de destruir y quemar Palacio Nacional”.

En este contexto, y luego de tantas agresiones que ha recibido la ministra presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Norma Lucía Piña Hernández, por parte del ejecutivo, dejo en claro que “es posible e impostergable detener de una vez por todas la discriminación y las violencias por razón de género”.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, la ministra destacó que “solo escuchando contaremos con evidencia clara que nos permita atender los principales problemas que enfrentamos las mujeres para acceder a la justicia en México”.

Y por paradójico que parezca Ana Elizabeth García Vilchis, presentadora de la sección ‘Quién es Quién’ en las mentiras de la semana, aseguró que la administración del presidente López Obrador es el gobierno más humanista y con más perspectiva de género en la historia del país”.
No obstante, las palabras se estrellan con la realidad ya que de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en enero de 2023, 302 mujeres fueron asesinadas -lo que representa un promedio de 10 homicidios por día- mientras que 5 mil 123 sufrieron lesiones dolosas. De acuerdo con la estadística oficial, el primer mes del año superó el récord de víctimas de este tipo de agresiones, desde que inició la medición.
El panorama no es distinto en los hogares, pues de acuerdo con la ENDIREH del INEGI, en 2021, el 70 por ciento de las mujeres de 15 años y más a nivel nacional dijo haber experimentado al menos un incidente de violencia a lo largo de su vida; en particular, el 27.9 por ciento reportó ser víctima de alguna clase de agresión en el sector laboral. Es decir, casi 1 de cada 3 mujeres de 15 años y más, sufrió violencia en ese ámbito.
Y por si esto no fuera suficiente, el 21.7 por ciento de las mujeres que perciben un sueldo de 15 años y más reporta haber sufrido discriminación, entre los principales tipos destacan: tener menos oportunidades para ascender, una menor remuneración o el impedimento o limitación para llevar a cabo ciertas funciones por su condición de género.
Si bien, de acuerdo con datos del INEGI, hay números positivos en acceso a la educación y en su participación en la economía, aún hay retos que enfrentar, como su inclusión en la formalidad, ya que los últimos datos censales revelan que, al cuarto trimestre de 2022, la población femenina ocupada de 15 años o más que contaba con empleo de carácter informal ascendió a 56.1 por ciento.
Ahora que, si le seguimos, encontramos que, en México, 3 de cada 10 mujeres han enfrentado violencia laboral a lo largo de su vida. El tipo de violencia más común en el ámbito laboral es la discriminación: 18% de las mujeres la ha enfrentado de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Y por su fuera poco, de los 175,874 empleos formales registrados ante el IMSS en febrero, 94,272 fueron femeninos, es decir, 3 de cada 10. La mitad de ellos (45%) se registraron en las manufacturas, mientras que 35% fueron en el sector servicios.
Estas cifras muestran al país del presidente “más popular del mundo” por lo que, diversas voces se unieron como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) para urgir a las autoridades a erradicar las violencias contra las mujeres para construir un país igualitario, contrario a lo que percibe, de manera equivocada, el gobierno federal.