El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que durante años España vio a México como una tierra de conquista y predominó el saqueo, razones por las que propuso hacer una pausa en la relación bilateral a fin de mejorarla.

“Es el caso de las empresas españolas, si ahora no es buena la relación, y a mí me gustaría, que hasta nos tardaríamos en que se normalizara, para hacer una pausa, que yo creo que nos va a convenir a los mexicanos y a los españoles, desde luego al pueblo de México y al pueblo de España, hacer una pausa en las relaciones porque era un contubernio arriba, una promiscuidad económica, política, en la cúpula de los Gobiernos de México y de España, pero como tres sexenios seguidos”, planteó el presidente en su conferencia de prensa de este miércoles.

Postura de España 

El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, se ha mostrado sorprendido por las declaraciones del presidente mexicano. Preguntado en Lyon (Francia), donde asiste a una reunión de ministros europeos, Albares ha alegado que estaba verificando cuáles habían sido exactamente las palabras de López Obrador y ha subrayado que debieron producirse en un contexto informal y a preguntas de los periodistas, pues México no ha hecho pública ninguna nota oficial ni el Gobierno español ha recibido ninguna comunicación al respecto, por lo que habría que preguntar al presidente mexicano qué ha querido decir, informa Miguel González.

No obstante, ha expresado su “sorpresa” por unas declaraciones que, a su juicio, se contradicen con las efectuadas hace una semana por el propio López Obrador y con lo que le dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, con quien tuvo un “encuentro cordial” el pasado día 27 de enero en Tegucigalpa, donde ambos coincidieron en la toma de posesión de la nueva presidenta hondureña, Xiomara Castro. En Honduras, Albares comunicó a Ebrard la concesión del plácet al nuevo embajador de su país en España, Quirino Ordaz, que llevaba cuatro meses pendiente, lo que este agradeció públicamente.