Los precios globales de los alimentos rompieron récord al aumentar de forma mensual a tasas que no se veían desde hace 14 años. Según el índice de precios de los alimentos elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), de febrero a marzo los precios mundiales de la canasta de alimentos incrementaron un 17.1%. Al comparar el índice con su año anterior, observamos que el precio de la canasta incrementó en 34%. Estos incrementos se deben al conflicto entre Ucrania y Rusia que han elevado los precios de la oferta de aceites, granos, cereales y vegetales.

Si han seguido estas columnas desde hace un año sabrán que el tema de los incrementos de precios fue un tema sobre el que debatimos justo al cierre del 2021. Si no era por la inflación y las trabas en la cadena de suministros era por el tema del Covid-19 y el confinamiento. Sin embargo, mantuvimos la esperanza de una estabilización a corto y mediano plazo. Ahora por cualquier lado la economía sufre una presión al alza en precios sin ninguna válvula de alivio aparente.

Beth Bechdol directora adjunta de la FAO afirmó que el conflicto en Ucrania acrecienta las preocupaciones en materia de seguridad alimenticia, pero ¿por qué? Porque según la FAO alrededor del 30% de la tierra que producía semillas en Ucrania permanecerá sin plantarse lo cual generará un desequilibrio en el mercado y esto se puede traducir en un incremento de 8% a 22% en el precio futuro de los alimentos. Si las naciones – en especial aquellas en desarrollo – ya sufrían por temas de confinamiento, inflación y covid-19, ahora el conflicto ruso-ucraniano llevará a más personas a situaciones de pobreza y desnutrición.

La guerra desafortunadamente marcará las vidas de muchas familias que sin estar físicamente cerca del conflicto experimentaran un alza en los precios de los alimentos y a diferencia del incremento en los precios de otros productos los cuales puedes omitir o sustituir, no se puede omitir o sustituir la alimentación. La comida representa en promedio el 17% del gasto de las familias en economías desarrolladas, pero en países pobres – como África Sub Sahariana – la comida representa un 40% de todo gasto del hogar.

En esta columna no tengo recomendación ni políticas que puedan servir. La guerra cambia toda la economía y la teoría deja de aplicar cuando el escenario es inestable. En estos momentos la economía depende de la capacidad de las naciones para hacer frente al conflicto de forma diplomática, aunque parezca complicado.

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