Tres días después de la masacre en una sala de conciertos en Moscú, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha reconocido que el atentado en Moscú que dejó 144 muertes fue provocado por “islamistas radicales”. Hasta ahora, se había negado a reconocer la vinculación del Estado Islámico (EI), aunque el grupo yihadista había reivindicado su autoría. Las declaraciones del mandatario, sin embargo, vuelven a vincular a Ucrania en la responsabilidad de la masacre. Putin ha dicho que el ataque “lo protagonizaron islamistas radicales”, pero que lo que hay que saber es quien está “realmente detrás”. Y seguidamente, ha apuntado: “Esta atrocidad podría ser un eslabón más en la serie de intentos de los que luchan contra la Federación de Rusia desde 2014 y bajo el régimen neonazi de Kiiv”. Moscú no presenta pruebas que puedan vincular al gobierno de Volodímir Zelenski en el ataque. Kiiv ha rechazado desde el primer momento cualquier implicación.

“Sabemos que el crimen fue cometido por islamistas radicales con una ideología contra la que el propio mundo islámico ha estado luchando durante siglos”, ha declarado Putin tras una reunión con los servicios especiales para reforzar la protección del país. Y ha añadido: “Sabemos quién hizo el ataque en la sala Crocus, pero lo que más nos interesa es saber quién le ordenó”.

Estados Unidos, y otros aliados occidentales, aseguran que la autoría del EI es veraz y también rechazan que Ucrania tenga cualquier responsabilidad en el atentado. Temen que Putin quiera utilizar ese atentado como excusa para escalar aún más la guerra contra Kiiv. “Sabemos que [Rusia] está creando una cortina de humo de propaganda para defender una invasión completamente diabólica de Ucrania”, advirtió el domingo el ministro de Finanzas británico en una entrevista en Sky News. En Francia, el presidente de la República, Emmanuel Macron, pidió este lunes a Putin “no instrumentalizar” el atentado y “no utilizar este contexto para intentar apuntar hacia Ucrania”.

Oficialmente el Kremlin guarda silencio, pero en las redes sociales ha lanzado una campaña de desinformación para acusar a países occidentales de estar detrás de la masacre de la sala de conciertos Crocus City Hall. Según la inteligencia británica, una red de cuentas falsas automatizadas ha publicado enlaces de noticias falsas publicadas en webs fake que imitan a medios de comunicación conocidos. Las noticias culpan a servicios de inteligencia de países occidentales de ser los responsables del atentado, según denuncia The Insider. La campaña habría sido orquestada por empresas rusas vinculadas al Kremlin.

Errores de Putin

Que terroristas yihadistas de la rama centroasiática de Daeix sean los responsables del atentado del viernes sitúa en una posición difícil al gobierno de Putin porque implicaría un error de los servicios de inteligencia rusos –centrados en la guerra en Ucrania–, que van ignorar las advertencias de Estados Unidos. También pudo haber errores en la actuación de las fuerzas del orden rusas, que el viernes no intervinieron hasta una hora después de que los terroristas empezaran a disparar. Los terroristas tuvieron tiempo de huir de la sala de conciertos, aunque fueron detenidos horas después. Todos son ciudadanos de la ex república soviética de Tayikistán.

Los expertos consideran que la autoría del Estado Islámico es veraz, aunque el Kremlin se niegue a aceptarlo e intente acusar a Kiiv. La rama del EI en Khorasan, que tiene su origen en Afganistán, ha resurgido en las últimas semanas en la escena internacional y podría estar planeando más atentados. El EI-K cometió ya en enero un atentado contra la población iraní de Kerman que provocó más de un centenar de muertos. Además, el EI hizo la reivindicación del atentado del viernes en las afueras de Rusia a través de la cuenta de Telegram de Amaq, la agencia de noticias de Estado Islámico. Es la misma agencia que reivindica todos los atentados de Daesh, como el que terroristas islamistas hicieron en París en el 2015, en la sala de conciertos Bataclan y en otros puntos de la ciudad.

Máxima alerta terrorista

Tras la masacre de Rusia, Francia ha anunciado este lunes que aumenta al nivel máximo la alerta terrorista en el país. Según Emmanuel Macron, en los últimos meses la misma rama de EI que ha actuado en Rusia ha intentado atentar “en varias ocasiones” en Francia, aunque los servicios antiterroristas lo han evitado en la mayoría de casos. De hecho, uno de los últimos atentados en Francia, el ocurrido el pasado diciembre en el puente de Bir-Hakeim de París, lo protagonizó un terrorista yihadista vinculado a la rama de EI en el Khorasan.

Cuando sólo quedan cuatro meses por los Juegos Olímpicos de París, el presidente de Francia ha anunciado el aumento al máximo de la alerta “teniendo en cuenta las ramificaciones de EI-K y sus intenciones, como medida cautelar pero con elementos creíbles y sólidos”. En la práctica, el mayor nivel de alerta terrorista implica reforzar la vigilancia de los lugares considerados de riesgo, como las estaciones de tren y de metro, los lugares de culto, los monumentos turísticos o las escuelas e institutos.

Otros países europeos están valorando aumentar la alerta. Italia también ha anunciado este lunes que refuerza la vigilancia policial de los sitios “sensibles”, sobre todo de cara a estas vacaciones de Semana Santa. En Alemania, el gobierno recordó que el nivel de alerta es ya elevado y así se mantendrá en las próximas semanas.