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Facebook: Raúl Alejandro Rodríguez Martínez

La Junta de Gobierno del Banco de México decidió por unanimidad mantener sin cambios la tasa de interés objetivo en 11.00%. La decisión de política monetaria ya estaba ampliamente prevista por la expectativa del consenso, que se actualizó hace algunas semanas derivado de las cifras de inflación de marzo y abril que sorprendieron al alza. El comunicado dio cuenta de un tono menos acomodaticio que el de marzo. Es decir, menos proclive a recortar las tasa de interés objetivo en un futuro cercano.

Cuando les compartí mi perspectiva respecto al comunicado de marzo, en la columna del 22 de marzo titulada “Lo que nos dejaron la Fed y Banxico esta semana” (https://raulrodriguezcortes.com.mx/lo-que-nos-dejaron-la-fed-y-banxico-esta-semana), les compartí mi interpretación sobre el párrafo de “manejo de expectativas” de aquél comunicado, en el cual señalaron que “…a partir de ahora, [Banxico] tomará sus decisiones en función de la información disponible…” como una aseveración con la cual buscaban enviar la señal de que no necesariamente tendrían que recortar en todas y cada una de las siguientes reuniones de política monetaria.

El hecho de que la inflación haya aumentado de 4.40% a 4.65% anualentre febrero y abril, si bien se explicó por el componente no subyacente (precios de alimentos y energéticos), influyó de manera importante sobre la decisión de los miembros de la Junta de Gobierno. Resulta interesante que hayamos pasado de una votación de 4 versus 1 miembro por disminuir la tasa en marzo, a una decisión unánime por mantenerla sin cambios. Esto sugiere que la Junta de Gobierno está más restrictiva de lo que el tono del comunicado de marzo habría sugerido y ahora tiene, aparentemente, menos prisa por recortar la tasa. Existen elementos adicionales a considerar en el comunicado para sustentar lo anterior.

En primer lugar, señalaron que su balance sobre riesgos de la inflación prevalece sesgado al alza. De hecho, siguen manteniendo los mismos 5riesgos al alza y 3 a la baja. En segundo lugar, retiró de este comunicado su argumento de “tomar decisiones en función de la información disponible” y regresaron a un párrafo que se puede leer como un Banco de México más prudente: “Hacia adelante, valorará el panorama inflacionario para discutir ajustes en la tasa de referencia. Considerará la incidencia de la postura monetaria restrictiva que se ha mantenido y la que siga imperando sobre la evolución de la inflación a lo largo del horizonte el que opera la política monetaria”. En mi opinión, ahora buscan mostrar que el ritmo de recortes a la tasa de interés objetivo serámás gradual que lo previsto.

Adicionalmente, revisaron al alza sus pronósticos de inflación respecto a la reunión de marzo. Banxico ahora prevé que la inflación cierre este año en 4.6% anual versus 3.6% anual en su pronóstico anterior, aunque sigue estimando que alcance el objetivo de 3.0% anual en el cuarto trimestre de 2025. Para la inflación subyacente (que excluye los precios de los alimentos y los energéticos por su volatilidad), aumentó su pronóstico de cierre de año de 3.5% anual en el comunicado previo a 3.8% anual en este comunicado.

En mi opinión, Banxico se esperaría todavía a la reunión de junio para mantener la tasa sin cambios pero con un tono más acomodaticio parasentar las bases para recortes de 25 puntos base por reunión en agosto, septiembre, noviembre y diciembre. Así, la tasa de interés objetivo cerraría este año en 10.00%. Es decir, 100 puntos base menos que su nivel actual y 125 puntos base menos que al cierre del año pasado.