Twitter: @rulrm

Instragram: @apuntesmacro

Facebook: Raúl Alejandro Rodríguez Martínez

Hace unos días, Agustín Cárstens, Gerente General del Bano de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) y anteriormente gobernador del Banco de Méxio y secretario de Hacienda en ese mismo país, anunció en videoconferencia a los gobernadores de todos los bancos centrales del mundo el lanzamiento de la segunda edición de la Conferencia Anual del Cisne Verde.

El evento tendrá lugar los días 31 de mayo y 1 de junio y contará con la participación del ex vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore. Dentro de los principales participantes en las conferencias están el gobernador del Banco Popular de China, Yi Gang, la presidente del Banco Central Europeo, Christine Lagarde y por supuesto de Agustín Cárstens.

Durante el discurso de lanzamiento del evento, resaltó que Cárstens señaló que “viene un golpe. No saben aún de qué dimensión, pero muy probablemente más grande que el Covid-19”. Para ponernos un poco en contexto, vale la pena, en primer lugar, entender por qué a ésta conferencia se le conoce como “cisne verde”.

Todo parte del libro “El cisne negro. El impacto de lo altamente improbable” del economista Nassim Nicholas Taleb, publicado en 2007. A grandes rasgos, la publicación está enfocada en analizar cómo una serie de eventos que usualmente catalogamos como atípicos e impredecibles pueden repercutir significativamente en el curso natural de las cosas. Generalmente, el ser humano saca conclusiones de situaciones observados dentro de cierta normalidad, quedando fuera del marco analítico aquéllas que son muy aisladas, de frecuencia muy esporádica y que difícilmente se manifiestan con recurrencia. En su libro, Taleb precisamente argumenta que es en esos datos “fuera de lo normal” donde debe de radicar el análisis, ya que cuando se materializan este tipo de eventos, el impacto es mucho mayor.

Un ejemplo de cisne negro, por el lado financiero, podría ser cómo Estados Unidos dejó pasar desapercibidamente el deterioro en su sector hipotecario que, habría de repercutir posteriormente en la crisis financiera de 2008. O quizás un ejemplo más reciente de un cisne negro es la pandemia causada por el Covid-19; un evento impredecible y cuyo impacto no ha finalizado en los entornos de salud, política, economía y sociedad en el mundo.

Con todo lo mencionado anteriormente, surge de la mano del BIS dirigido por Agustín Cárstens el término de cisne verde. En este caso, la serie de eventos impredecibles queda acotada al medio ambiente – de ahí que se le asigne el color verde a este tipo de cisnes.

De acuerdo con Cárstens, la agenda del congreso estará focalizada en la conducción de la política monetaria bajo el contexto del cambio climático y del rol de las Finanzas ante dicho entorno. De acuerdo con el programa preliminar, los temas a discutir serán la transparencia, programas de transición e innovación financiera ambiental.

No cabe duda que es un esfuerzo positivo y relevante para la teoría económica que ya estén incorporando en sus campos de acción variables de carácter ambiental. En menos de dos años, el mundo ha enfrentado con mucho mayor frecuencia problemas ambientales y de salud que han puesto en vilo su propia superviviencia. Como ya habíamos mencionado anteriormente, la pandemia de Covid-19 pero dentro de los fenómenos naturales, Alemania sufrió inundaciones y tormentas sin precedentes, la persistente y cada vez más compleja invasión de sargazo en las playas del Caribe mexicano, el calentamiento global al alza con evidencia de deshielo en los casquetes polares cada vez más alarmentes, y esto solo por nombrar algunos ejemplos.

Si bien no está mencionado dentro de la agenda del Cisne Verde, no debe pasar desapercibida la constante amenaza de un “invierno nuclear” que pudiera desatarse derivado de la guerra entre Rusia, Ucrania y la creciente tensión geopolítica en la que están inmersos estos países junto con Europa y Estados Unidos (OTAN); así como también con China.

Cárstens se ha distinguido por estar siempre “en la curva” de los fenómenos económicos y financieros del mundo. Le tocó como secretario de Hacienda hacerle frente a la crisis financiera de 2008, como gobernador del Banco de México le tocó la normalización de la política monetaria de la Fed en 2015, la volatilidad financiera por Brexit y también por el triunfo de Donald Trump en la prsidencia de los Estados Unidos, en 2016. Finalmente, como gerente general del BIS la pandemia por Covid-19 y parece ya estar alertando a la banca central mundial de “un golpe de mayor impacto”.

La humanidad sigue transitando en territorio desconocido y ante retos nunca antes jamás vistos. Desde el punto de vista financiero y ambiental, las principales autoridades monetarias y financieras del mundo aprovecharán ésta serie de conferencias y discusiones de trabajo para darun golpe en la mesa y hacer un llamado de atención a que los mandatarios del planeta reanuden los esfuerzos ambientalistas y en busca de la preservación del medio ambiente ante un uso más eficiente y profundo de energías limpias, situación que parece cada vez más lejana de ser alcanzado bajo el contexto actual de guerra y tensiones geopolíticas.

Desde el punto de vista financiero, buscarán profundizar en los mercados financieros los fondos de inversión sustentados en lo ambiental, social y en la gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés). Se deberá buscar también seguir engrosando los mercados de bonos de carbón y también incrementar la sustentabilidad financiera y ambiental de energías limpias como principal recurso de las actividades humanas.

Con todo este contexto, cobra relevancia la discusión que se está dando en México en torno a la solicitud que se le hace al gobierno de la 4T de una mayor transparencia y apego en los protocolos administrativos al rendir cuentas sobre el avance de la obra del Tren Maya. Lejos de estar a favor o en contra de dicha infraestructura ferroviaria, sólo se pide que se cumpla con el Manifiesto de Impacto Ambiental y se transparenten y documenten presupuestos, impacto ambiental, social y económico, situación que pareciera que fue ignorada por completo