Ernesto Madrid
Si bien es cierto que el gobierno de México cerró la compra de 13 plantas de generación eléctrica propiedad de la española Iberdrola a la que tanto crítico, el monto de 6 mil 200 millones de dólares será pagados por México Infrastructure Partners FF, un fideicomiso creado por la administración actual para concretar la operación.
Lo anterior fue informado por la empresa europea a través de la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) de España que comprende 12 centrales de generación de ciclo combinado y un parque eólico en México con una capacidad instalada de 8 mil 539 MW, que representa, aproximadamente, 55% del beneficio bruto de explotación (Ebitda) de Iberdrola México en 2023, de acuerdo con la empresa privada.
“Correspondiéndose las restantes condiciones relevantes de la operación con las previamente anunciadas, estando pendiente la determinación final de los impactos financieros y fiscales por los órganos de gobierno de las sociedades vendedoras (…) en cumplimiento con el artículo 227 de la Ley 6/2023 de los Mercados de Valores y de los Servicios de Inversión”, aclaró la empresa española.
El anuncio es resultado de un acuerdo firmado el 4 de abril de 2023 entre Iberdrola y México Infraestructure Partners FF que marcó un hito en la relación entre empresas extranjeras y el gobierno mexicano en el sector energético. Será el Banco Actinver quién funge como fiduciario y que cuenta con el Contrato de Fideicomiso Irrevocable número 5561, administrado por Infrastructure Partners FF, lo que equivalentes a unos 5,713 millones de euros, la concrete la transacción.
El arreglo daría a la empresa del estado Comisión Federal de Electricidad (CFE), una participación en el mercado eléctrico nacional superior al 55 por ciento, por lo que se tendrán que hacer ajustes para que la cuota de mercado de la empresa se limite al 51 por ciento como condicionó la Cofece.
Lo anterior se da entre los dichos del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha buscado fortalecer a los productores estatales de energía y debilitar las reformas proempresariales en el sector de la generación eléctrica aprobadas por el gobierno anterior cuyo trato había generado preocupación entre las empresas internacionales acerca de las intervenciones estatistas del presidente en la economía.
“Esta transacción no implica aumentar la deuda pública presupuestal más allá del costo de adquisición del 51% de la misma y, en esa medida, no presiona las finanzas públicas”, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda cuya dependencia aclaró que la decisión permite al gobierno convertirse en líder en el sector de la generación eléctrica del país y que no afectará la competencia.
Entre las contradicciones, López Obrador había dicho que el acuerdo sería un 30 por ciento más barato que construir la capacidad de generación eléctrica desde cero, aunque algunos analistas han dicho que las plantas están envejeciendo y que sería mejor gastar los fondos en proyectos renovables para ayudar a cumplir los compromisos climáticos de la nación. Con información de Bloomberg.