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Facebook: Raúl Alejandro Rodríguez Martínez

La semana pasada Citibanamex publicó su primera encuesta quincenal de expectativas del 2022, lo que nos permite identificar cuál es la perspectiva que tienen las corredurías más importantes locales y globales respecto al desempeño de las principales variables macroeconómicas de México en este año. En general, las perspectivas apuntan hacia un entorno macroeconómico tan retador y complejo como el del año pasado para 2022: (i) la inflación anual en 4.16%, menor que en 2021 pero con una trayectoria descendente muy gradual y todavía lejos del objetivo de 3.0% anual del Banco de México, (ii) alrededor de 100 a 125 puntos base más de incrementos a la tasa de interés objetivo este año (mediana de 6.63%) y unos 25 puntos base aproximadamente más en 2023 para cerrar así con el ciclo de alzas; (iii) un peso más depreciado frente al dólar, en 21.60; y (iv) crecimiento del PIB inferior al 3.0% este año. A continuación les comparto más detalles respecto a las previsiones que se desprenden de la encuesta:

Comenzando por la inflación, indicador que más nos ha preocupado desde la segunda mitad de 2021 por su persistente ascenso –el año pasado cerró en 7.4% anual, su nivel máximo en los últimos 20 años – el consenso de analistas arranca el año anticipando que cerrará en 4.16% anual, en línea con la previsión que tenían en la encuesta anterior. El pronóstico más pesimista de la encuesta es de Epicurus Investments (4.75% anual), mientras que el más optimista lo apuntó Bank of America (3.79% anual).

En lo que se refiere a la inflación subyacente – la que resulta de sustraer del índice de precios los de los alimentos y los energéticos debido a su volatilidad, la mediana de la encuesta se ubica en 4.09%, apenas 9 puntos base por encima del estimado que arrojó la encuesta anterior. Para 2023, los analistas mantuvieron sin cambios su expectativa de que la inflación descienda a 3.70%, mientras que la subyacente haga lo propio en 3.60%.

La expectativa de inflación de largo plazo (2024-2028) que arroja la encuesta es de 3.56%, 2 puntos base por debajo del pronóstico anterior. En este sentido, los analistas todavía consideran un escenario de presiones inflacionarias para la economía mexicana en este año, con una ligera mejoría en 2023 y con una expectativa inflacionaria de largo plazo todavía anclada alrededor del 3.50% anual donde ha oscilado ya muchos años.

Por su parte y consistente con la perspectiva inflacionaria, el consenso estima que el Banco de México vuelva a incrementar la tasa de interés objetivo en la primera reunión del año de su Junta de Gobierno en febrero, en 25 puntos base. El 96% de los encuestados anticipa el movimiento en febrero, siendo únicamente Bancoppel quien estima el mismo movimiento pero hasta marzo. Sin embargo, 46% de los analistas que estiman que Banxico suba la tasa en febrero consideran que será nuevamente un incremento de 50 puntos base.

De la encuesta se desprende que el consenso de analistas pronostica que la tasa de interés objetivo cierre este año en 6.63% (mediana de la encuesta), sin cambios respecto al pronóstico previo. La cifra está marginalmente más cercana a un 6.75% que a un 6.50%, de manera que implícitamente el consenso de la encuesta anticipa que podrían darse hasta 125 puntos base de incremento adicionales al objetivo de la tasa de interés diaria por parte de las autoridades monetarias en 2022. BNP Paribas prevé un banco central más “halcón” este año, al anticipar que la tasa cierre en 7.50%, mientras que las corredurías más “palomas” son Oxford Economics y Thorne & Associates, que prevén un cierre para la tasa en 6.00%, solo 50 puntos base de incremento en todo el año.

Resulta interesante observar el pronóstico de cierre de tasa de interés objetivo para 2023, ya que la mediana se ubica en 7.00%, 33 puntos base por encima de la mediana de 2022. En este sentido, el consenso de analistas prevé que el banco central todavía ejecute algunos incrementos a la tasa de interés objetivo, posiblemente en la primera mitad de ese año para luego pausar el ciclo de alzas en el segundo semestre. Scotiabank México y Bancoppel son las únicas corredurías que anticipan recortes de tasas en 2023, mientras que 37% de los encuestados estiman que la tasa de interés objetivo se mantenga sin cambios en 2023 (una pausa por parte de Banxico).

Dentro de las variables macroeconómicas de la encuesta, le sigue la del tipo de cambio. Al respecto, el consenso de analistas pronostica un peso ligeramente más presionado versus el dólar versus la encuesta anterior, de 21.53 a 21.60, con Bank of America siendo el más negativo (22.40) y BNP Paribas el más optimista (19.50).

Finalmente, en términos de crecimiento de la actividad productiva y dado que todavía no conocemos la cifra del PIB del 4Q’21, se prevé que la economía mexicana creció 5.5% el año pasado, 10 puntos base menos que lo previsto en la encuesta anterior. El panorama de crecimiento del PIB para 2022 se estima en 2.8%, sin cambios respecto al estimado anterior. Por su parte, Barclays es la correduría más optimista respecto al crecimiento económico (3.6%) y Citibanamex la menos optimista (1.8%) de este año. En tanto, la mediana de crecimiento económico para 2023 se ubicó en 2.2%. En términos generales, la expectativa del consenso apunta hacia un “retorno” de las tasas de crecimiento económico hacia niveles más cercanos al promedio de largo plazo al que crece la economía mexicana, luego del rebote natural y esperado de la economía en 2021 tras la crisis de 2020.

Para darnos una idea de la elevada incertidumbre por la cual los analistas han navegado ya por casi más de dos años, vale la pena echarle un vistazo a cómo eran las perspectivas para 2022 hace un año, tomando como referencia la primera encuesta de expectativas que se publicó el año pasado. Por ejemplo, hace un año se pensaba que la inflación en 2022 cerraría en 3.60%, 56 puntos base por debajo de la expectativa actual, mientras que la inflación esperada de largo plazo se se ha mantenido relativamente anclada, en 3.50% hace un año versus 3.56% en la última encuesta.

Pero no únicamente el panorama inflacionaria cambio drásticamente en 12 meses. En el frente monetario, hace un año se pronosticaba un cierre en la tasa de interés objetivo de 4.00% para este año. En tanto, la expectativa cambiaria era la de un peso más fuerte, en 20.30. En contraste, el crecimiento del PIB para 2022 se mantuvo prácticamente sin cambios, en 2.7% hace un año versus 2.8% actual.

Con lo anterior, podemos ver que en general la expectativa que se tiene sobre el desempeño de la economía mexicana en 2022 es el de un entorno muy retador, en el cual tendremos una mejora paulatina en la inflación, acompañada por más incrementos a la tasa de interés objetivo, un peso mexicana más depreciado frente al dólar y un crecimiento económico gradual