Ernesto Madrid
Sólo un cuarto de punto como se tenía previsto por parte de los analistas, pero al fin, después de tres años el Banco de México (Banxico) bajo sus tasas de interés colocándola en 11% pero con un cambio en el tono de su comunicado dejando la posibilidad de que podría dejarla sin cambios “la Junta de Gobierno en las siguientes reuniones, tomará sus decisiones en función de la información disponible” dice en su postura.
Por su parte y como también lo esperaba el mercado, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantuvo los tipos de interés en su rango actual, es decir, su tasa de referencia y por quinta vez consuctiva bajo el argumento de que no es apropiado reducirlas hasta tener la certeza de que la inflación se mueve de manera sostenible hacia el objetivo del 2% por lo que su ajuste se quedó en un rango de entre 5.25 y 5.50%.
Con la tasa más elevada en los últimos 22 años, el presidente de la Fed Jerome Powell señaló que “al considerar cualquier ajuste al rango objetivo para la tasa de fondos federales, el Comité evaluará cuidadosamente los datos entrantes, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos”, en coincidencia con el Comité que dijo, no espera que sea apropiado reducir el rango objetivo hasta que haya ganado mayor confianza en que la inflación se está moviendo de manera sostenible hacia el 2%.
Banxico por su parte, inicio el descenso en el precio del dinero, con la postura de que “En las siguientes reuniones … evaluará, en función de la información disponible, la posibilidad de ajustar la tasa de referencia. Tomará en cuenta el progreso en el panorama inflacionario y los retos que aún prevalecen”, dijo en esa ocasión.
El recorte que tomará vigencia este viernes tiene relevancia en los intereses que paga el banco del que se es cliente, ya estos son fijados, por la misma institución cuya tasa objetivo se conoce como “tasa de interés interbancaria a un día”, o “tasa de referencia”, ya que todas las tasas en el mercado financiero fluctuarán alrededor de ella asegurando su nivel.
En el contexto, los analistas apuntan que cuando Banxico aumenta o recorta sus tasas de interés, lo hace con el objetivo de influir en el comportamiento de las tasas de interés de largo plazo de los créditos y depósitos que ofrecen los bancos. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico sube la tasa con la intención de desinhibir el consumo y, con ello, reducir la demanda de bienes. Por el contrario, cuando la inflación se desacelera, la meta es relajar las condiciones monetarias para que las y los mexicanos consuman más.
A lo anterior habrá que recordar que el instituto central bajó el pronóstico de crecimiento para México que pasó de 3 a 2.8% en febrero y con tasas más bajas, podría reacomodar su pronóstico en el mediano plazo y lo hizo bajo el argumento de que “aunque en el cuarto trimestre de 2023, la economía nacional presentó una desaceleración mayor a la prevista, esta se dio después de un comportamiento dinámico en los tres primeros trimestres, de modo que el crecimiento del año en su conjunto fue robusto” pero con efecto del 2023.